jueves, 4 de agosto de 2016

... la hacen!

Si se piensa en los gobernantes de países democráticos y no solo en ellos, sino también  en los dictadores,  es claro que unos y otros, hacen uso inteligente de las palabras para  exacerbar los ánimos y conseguir votantes y partidarios. Si nos detenemos con un poco más de atención, resulta casi incomprensible que la historia de las guerras, y los actos y campañas más aberrantes, hayan sido en nombre de ideales como la dignidad, “la patria”, la solidaridad, el amor, y es hasta  risible, por lo contradictorio,  que la paz también haya sido usada y banalizada de una manera tan atroz.

Este uso indebido en donde los valores o ideales, están en las bocas de quienes no entienden su significado o entendiéndolo, deciden usufructuar de ellos con engaño, es un triste infortunio puesto que debilitan lo que debiese ser (y es) constitutivo del carácter y fin de cada individuo. La virtud  se vuelve ajena, se transfiere y el afán de perfeccionamiento del carácter se exige en otros, se vuelve un deber de quien los predica.

Lo que ha estado sucediendo en Colombia con relación al Sí o No por la paz, es una oportunidad de aprendizaje que podemos aprovechar individual y colectivamente. La responsabilidad del ciudadano no es por el Sí o No; animar las filas de uno u otro polo no hará la diferencia sino que retroalimentará este ciclo de incomprensión y conflicto. Además, el ciudadano que espera que los que gobiernan edifiquen la paz con sus discursos, se exponen a una forma atrofiante de autoengaño y eterna frustración, no solo porque las  políticas y leyes amañadas niegan sus palabras, sino también, porque  diluyen el poder de cada ciudadano.  

La responsabilidad va más allá; tiene que ver con  despertar el uso efectivo de la  libertad llevado fuera de la disyuntiva aprisionante que se nos plantea. Bien lo afirma Erich Fromm cuando expresa que “nos hemos convertido en autómatas que viven bajo la ilusión de ser individuos dotados de libre albeldrío”. Los valores e ideales humanistas están lejos de ser aspiraciones que representen conceptos utópicos o pasivos. Son concretos y empujan a la acción, no condicionada sino consciente.  

De la discografía de Luis Eduardo Aute.
Foto sacada de http://www.cancioneros.com/
Dice la sabiduría Antigua que “tal como el hombre piensa es”. Nuestro esfuerzo debe encaminarse hacia la consideración de nuestras creencias; saber lo qué creemos y porqué lo creemos, ya que estas establecen el fundamento de nuestra respuesta hacia la vida. Lo que llamamos nuestro pensamiento, ¿es verdaderamente nuestro? ¿Es nuestra acción  reactiva y condicionada? o ¿es libre y consciente?  Mutuamente debemos animarnos a progresar en este sentido haciendo uso de la reflexión íntima, sincera, valiente, del compartir respetuoso.

La transformación social empieza por cada uno y demanda esfuerzo; el esfuerzo de repensarnos, de ver y ser francos al comprender que quienes quieren, en este caso, la paz, la hacen.



jueves, 3 de marzo de 2016

El arte de la vida



Una de las mayores implicaciones que ha tenido la duración del conflicto armado en nuestro país es que nos hemos condicionado a resolver los conflictos de manera inadecuada y de ello dan fe las estadísticas. La tasa de  homicidios en nuestro país tiene un  mayor porcentaje a cuenta de las  riñas y disputas que  la que se reporta a cuenta del conflicto armado.

Qué nos dice esto?
Que hablar de paz es una cosa,                 y,                                                          hacer la paz es otra. Todos cada día tenemos la posibilidad de entrenarnos en el arte de convivir con otros seres humanos con los que compartimos luchas, sueños, frustraciones, alegrías, y al mismo tiempo, seres humanos que piensan, sienten y viven su vida desde distintas perspectivas. Todos iguales pero diferentes. Integrar esto en nuestra cotidianidad es un arte sin duda y como todo arte requiere destreza, práctica, habilidad, sensibilidad.

Caspar David Friedrich, 1818, "Viajero sobre el mar de nubes"
Caspar David Friedrich, 1818, "Viajero sobre el mar de nubes"
Preparar a las nuevas generaciones en el arte de la vida, es un deber moral que tenemos como miembros de una sociedad, a la que tenemos mucho que agradecer y también mucho que increpar,  y cumplir con ello va más allá de discursos. Nos responsabiliza a asegurarnos que nuestras acciones van en concordancia con lo que pensamos y decimos. Esta tarea no es sencilla pero en la medida que nos volvamos conscientes de su trascendencia, sabremos que con nuestros pensamientos, palabras y actuaciones no solo nos implicamos nosostros sino al todo



ZSuma diferencia, dedicada a dinamizar  y fortalecer procesos de formación en mediación creativa de conflictos en el ámbito escolar, empresarial y comunitario. 


ZSUMA DIFERENCIA
por la Transformación  del conflicto 
www.zsumaporlapaz.com 
Teléfono: 300 2212691 
Colombia

No tengas miedo

"Don't be afraid though the river is high...for it's only water...nourishment for the flowers!!! Fear not the fire...for it is ...